PUNTO FINAL

CARLÍN
















Tenemos un problema con las caricaturas de Carlín: cuando aborda un tema político, nos hace sentir prescindibles a todos los demás. Y no estoy hablando sólo de dibujantes políticos; también incluyo a columnistas, editorialistas, periodistas de investigación y cuanto bicho existe en la fauna periodística.
Es que además de su reconocida calidad artística, hace uso de una lógica demoledora, como en este caso.
¿Qué puede decir César Gutiérrez en su defensa? Aunque fuese inocente, esta caricatura le provocará declararse culpable. Por mi parte, aquí doy por cerrado este caso.

ACTUALIZACIÓN:
Punto final y caso cerrado en cuanto a esta historia de amor, pero me parece que la tarea para los bloggers más entendidos es hacerle un seguimiento al asunto del gas de Camisea que, según algunos, pretendería pasar piola gracias a ingeniosos recursos como esta presunta cortina de humo rosa. Cuando se trata se investigar, el sentido común recomienda "seguir al dinero", en este caso habría que añadir otra recomendación:
"olfatear el gas".

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