ADIOS LUCIANITA

Me siento como si mi nieta de 3 años hubiera vomitado en mi único terno. ¿Es que ya no se puede creer en nadie que esté metido en la política? El siguiente video es la primera parte de un trabajo conjunto entre Utero TV y Desde el Tercer Piso y nos muestra a una Luciana León que ahorá tendrá mucho que explicar.



La gran lección: En política no se puede ser ingenuo, como ya nos lo advirtió hace tiempo ese filósofo de las ciencias sociales llamado Alan Gabriel Ludwig García Pérez.

ACTUALIZACION: Luciana León pide que se establezcan diferencias entre ella y su padre

RPP Noticias
, Miércoles, 15 de Octubre del 2008

"Una cosa es Rómulo León y otra Luciana León", dijo la congresista aprista esta tarde a la prensa al responder por su presunta vinculación con los negocios de su padre, ante lo cual expresó su disposición a que se le levante su secreto bancario y concurrir a donde la convoquen para ser investigada.

Según una investigación de los blogs 'Útero Tv' y 'Desde el tercer piso' afirma que la parlamentaria aprista laboró en la dirección de Clatel, distribuidora de Claro Perú que pertenece a la ex pareja de Rómulo León, Ingrid Yrrivaren, la cual entabló amistad con la alta sociedad de ese país, incluido el magnate Carlos Slim.

Rómulo León Alegría mencionó en un 'petroaudio' el nombre de Mario Díaz Lugo, mexicano que representaba a la firma Petromarker, empresa hermana de la noruega Discover Petroleum.

Según el reportaje, el gerente de Cla Tel S.A era el hijo de Rómulo León, mientras que Ingrid y Luciana eran las directoras, aunque esta última decidió renunciar para postular al Legislativo.

Si bien el blog no detalla si consultó a Luciana León al respecto, la parlamentaria, ex integrante de la Comisión de Transportes y Comunicaciones, respondió hoy a la prensa y aseguró que no tiene nada que ver con los negocios de su padre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón Heduardo. En política no se puede ser ingenuo. :-S

Anónimo dijo...

Carlos Álvarez, el exitoso

Y digo exitoso, pues, simplemente, porque ha tenido éxito en su propósito, cual es el de hacer que la gente se olvide de su pasado corrupto aquella vez cuando, por unos cuantos dólares quincenales provenientes del SIN, se encargaba de sobonear al Chino, mientras destrozaba a los opositores de este, plata por medio, claro está.

Y es tal el éxito que enarbola Carlos Álvarez que el mismo público se ha tragado enterito eso de su "filantropía" o "emoción social", en el trampolín de Frecuencia Latina. La gente que acude allí, gente de clase necesitada, indigentes, que por unos kilitos de arroz lo tienen en un altar como a un dios generoso, rezan para que el otro Dios lo llene de bendiciones. Como Carlos Álvarez, dicen, debe haber más.

Y es tanto su éxito, pero tanto tanto, que aún hasta gente de talla (algunos, otros no) como Fernando Vivas, Maritza Espinoza, Cecilia Valenzuela, Magaly Medina, Ricardo Belmont, y otros, que se suponen ven con ojos críticos a la television, lo consideran un gran cómico, y que su paso por la corrupción en el canal 7 es solo un pecadillo venial, una travesura a lo Bayly, un ligero error, un desliz de imberbe, algo que no vale la pena recordar. Para qué.

Fernando Vivas, por ejemplo, lo considera un cómico fuera de serie, y no osa darle esos plumazos crueles que sí le da a la Bozzo, a pesar de que sus vergonzantes pasados son similares, asi como similares fueron sus pasos por los tribunales anticorrupción.

Ricardo Belmont, por otro lado, lo presenta a nivel internacional como el artista de valor que tiene el Perú. Maritza Espinoza lo eleva a "cómico del año" mientras que a Laura Bozzo la denigra hasta en su más última coma. Cecilia Valenzuela le da programa propio a cambio de que le dé rating. Y así...

Ahora, con motivo de la coyuntura del petro-escándalo, sale Carlos Álvarez a decir que mueran los corruptos y otra sarta de adjetivos que en él, con un rabo más largo que el de una rata, suenan a sandeces.

Y Fernando Vivas, en su columna de hoy, lo ensalza al decir que el remedo que hace Carlos Álvarez es lo máximo y que eso es lo que se merecen esas otras ratas corruptas, cuya corrupción logra hacer que la misma corrupción de Álvarez sea moco de pavo a su lado.

Así es; Álvarez es un artista exitoso. No cualquiera puede pasar como inocente paloma cuando de una rata de albañal se trata. Y Carlos Álvarez lo ha logrado. Es un artista consumado, sí, señor. ¡Ese es mi Perú!