"El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios", dice la conocida frase de Don Luis Miro Quesada de la Guerra. Si aún estuviera vivo, añadiría: "...o el más pacharaco y atorrante de los espectáculos". Pero la frase que me parece refleja mejor la situación de nuestra prensa actual es la de un músico esencial en la historia del rock, Frank Zappa: "El periodismo consiste en gente que no sabe escribir entrevistando a gente que no sabe hablar para gente que no sabe leer". Es sobre esta lamentable situación de nuestra prensa escrita, radial y sobre todo televisada que trata esta muy buena columna de Patricia del Río.
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Crisis de identidad
Por Patricia del Río
Yo no debería estar escribiendo esta columna. Este tema no debería haberse ventilado en los medios. Su identidad no tendría por qué haber sido noticia de primera plana ni nota abridora de cuanto noticiero o programa de espectáculos hay en la radio y en la televisión. Sin embargo, desde hace poco más de 24 horas, los periodistas no hemos hecho más que ventilar los resultados de la prueba de ADN a la que fue sometida la hija de Pablo Villanueva, el nunca más famoso 'Melcochita’.
La verdad que jamás le habíamos puesto tanto empeño al tratamiento de una “noticia”. Preocupadísimos por cubrir todos los ángulos, hemos hecho desfilar frente a cámaras y micrófonos a la pareja protagonista del escándalo, a sus familiares cercanos, a los abogados especialistas en temas de filiación y a los médicos genetistas. Hemos estado tan afanados por que no se nos escape ningún detalle del escandalazo de la semana, que hemos terminado perdiendo de vista un hecho elemental: esta no es la historia de una infidelidad, ni de un engaño, ni mucho menos del cornudo 'Melcochita’. Este es el drama de una niña que tenía todo el derecho del mundo a que un tema tan delicado como la identidad de su verdadero padre se resolviera en privado.
Constanza aún no lo entiende, pero a su escaso año de edad no solo no sabe quién es su papá, ni cuál será su apellido, sino que además tiene una hermanita que está por nacer y que correrá su misma mala suerte: será sometida a una prueba de ADN, cuyo resultado será comentado en todo el Perú gracias al indesmayable trabajo de nosotros los periodistas.
Leo los titulares de diarios serios, escucho los noticieros de medios prestigiosos, reviso las webs más importantes y no puedo evitar preguntarme: ¿Es esta nuestra chamba? ¿Esto es informar? ¿En qué nos hemos convertido si, lo que antes hubiera sido noticia exclusiva de medios chichas y faranduleros, hoy recibe enorme despliegue en TODOS los medios sin excepción? Y no me vengan con que han sido sus propios padres quienes han decidido voluntariamente ventilar el tema. ¿Si mañana un descriteriado decide violar a su hija frente a cámaras, también le vamos a dar tribuna?
No nos engañemos intentando justificar nuestro trabajo: Constanza no es hija de un presidente ni de un funcionario público sinvergüenza a quien queremos poner en evidencia. Tampoco estamos colaborando con ella para que se le haga justicia. La única razón por la que nos ocupamos de su caso es porque su historia vende, su confusa identidad es rentable, el misterio sobre quién es su padre es la carnada perfecta para satisfacer el morbo de nuestro público y, así, incrementar nuestra lectoría y audiencia.
Hoy, 16 de julio, Constanza cumple recién un año de vida y, gracias al menudo regalo que le hemos hecho, su existencia es un auténtico laberinto. Hoy es uno de esos días en que miro a mi hijo y me alegro de que todavía no entienda bien en qué consiste el trabajo de su madre. La verdad es que hoy es uno de esos días en que me da vergüenza ser periodista.
Publicado el 16/7/2010 en Perú 21
ENLACES:
Melcochita, la prensa y las moscas - Rocío Silva Santisteban
No es un blog farandulero, pero… - Raúl Mendoza Cánepa
Estamos excediéndonos - Juan Carlos Valdivia
8 comentarios:
Todo lo que arguye Patricia es cierto. Es cierto, en el ámbito filosófico, de los deseos. Pero también es cierto que con la bendita "globalización" los medios requieren apelar al morbo para no desaparecer ante tan basta oferta vía internet o televisión por cable.
Sin embargo, lo esencial aquí es que cada actor asuma su responsabilidad. Por ejemplo, hasta el día de hoy no he escuchado una sola palabra o letra de mea culpa (y de remordimiento)de los principales atizadores de la masacre de policías e indígenas en Bagua. Hubo alguien que utilizando irresponsablemente las ondas de la principal radio del Perú afirmó (basándose en los dichos de una amiga en la zona)que la policía había asesinado a su principal Apu (Mahuil)y esto fue lo que enardeció y sublevó a los nativos conduciéndolos horas más tarde a esa orgía de sangre que ya es historia.
Si nos avergonzamos de lo que hace el resto, no levantaremos la cabeza jamás. En toda profesión existen prácticas tan viles como en el periodismo y hay que combatirlas con práctica nobles, no renegar de lo que escogimos como medio para servir a la sociedad. Hay que ayudar a ese público que consume con avidez cuanta basura publican los medios, empresas lucrativas -y no periodísticas-, al fin y al cabo.
Las acusaciones hechas a un grupo son un saludo a la bandera. Que mencione nombres, que entreviste a varios periodistas, directores de noticias, que los arrincone.
La periodista Patricia del Río se queja del móvil pesetero de su profesión. No es amor a Constanza el despliegue periodistico que hemos visto estos día, -dice. En realidad, el carnaval de primeras planas y especiales de televisión que la historia de este angelito ha contado y cuenta la prensa carroñera, hace mucho tiempo son verguenza nacional. Si atendemos a don Manuel González Prada al abordar espinosa podredumbre veremos que nada ha cambiado. Entonces por que ese "asco" de última hora..?
Cuando el chef Raúl Vargas hace sus chanchadas y 'cherris' a la meniere, Patricia, justo en ese instante, se compenetra en su pequeño Notebook; da la sensación de haber encontrado algo en la red que la deja muda y la hace mirar de reojo. Es decir, se hace la 'loca' para no contrariar al rechoncho cocinero que a ojos vista de medio mundo prepara y adoba ya no el cacareado 'plato de lentejas' de sus inicios de izquierdista revoltoso, sino ora desde una úptica empresaril y globalizadora se lanza con tremendos tacu-tacus de panamitos montado con mondongo, chunchulí, huancaína, cebollita con aguita de huariloque, ají panca, rojo, amarillo y verde y abundante ajinomoto, -según Hildebrandt; todo en el aire mientras Patricia se faja con la laptop. ¿Ser parte de ese espectáculo manipulador no averguenza a Patricia..? -pregunto. Una ex admiradora de Patty.
Carol G
Hay algo que es por demás evidente y hasta un ciego lo puede ver: el Perú, la sociedad peruana es un tejido donde se ceba la gangrena y la forma cómo se ha cubierto el "caso Melcochita" por la prensa "seria" y de espectáculos lo confirma por enésima vez.
Ciertamente esto no es, ni de lejos lo más grave; muchísimo peor es el entreguismo en el asunto del Gas, el comportamiento rastrero del cerdo García Pérez en contra de la ecología , los nativos selváticos y a favor de las utilidades de un puñado de megacorporaciones del Petroleo, Minería y Biotecnología y ya no hablemos del abyecto pro chilenismo de la clase empresarial y política peruana....a propósito el principal festejo cívico patriótico por el aniversario nacional del Perú lo organiza una empresa chilena.
Si esto no es gangrena, qué cosa es.
Completamente de acuerdo con Patricia, la pobre niña ha sido OBJETO en esta trama por parte de sus figuretis "padres".
Yo me pregunto, ¿a esto deviene la zoociedad? ya no nos preocupamos por el futuro sino por el presente.
Una pena, pero "eso vende". Y la re educación del consumidor es un gasto que nadie se plantearia porque atenta contra la economía actual.
Hace tiempo que de simulacro en simulacro la realidad- la de a verdad- viene siendo ignorada impunemente. Propongo un ejercicio: contabilizar cuántas "noticias" sangrientamente policiales o faranduleras nos propinan, con poco disimulado furor, los noticieros de radio y televisión; además de las primeras planas de los diarios. Incluso las notas dedicadas a temas de auténtico interés general son elaboradas con tintes sensacionalistas que impiden ahondar en las causas o en las consecuencias de los hechos. Vileza suicida que puede construir una sociedad cada día más feroz. Cría cuervos que te sacarán los ojos.
Pues no estoy de acuerdo del todo con Patricia. Si bien es cierto que la paternidad de la niña debió resolverse en privado, con los figuretis que son la madre y Melcochita, eso era imposible. Son ellos mismos los que corrían a la prensa a ventilar sus problemas personales. Claro, los medios pudieron no hacerles caso por respeto a la niña. Pero eso nunca iba a ocurrir. Pero veamos también lo positivo de haberse difundido esta historia. Una vez más se demuestra el valor de los estudios de ADN para resolver los problemas de paternidad. No solo para obligar a tanto sinvergüenza a velar economicamente por sus hijos, sino también para liberar a muchos hombres de una responsabilidad que no tienen porque cargar si así no lo desean libremente.
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