OTRO TÍO TERRIBLE


Pensé (a veces lo hago) que con Yehude Simon y su revelación de que tiene “denominadores comunes” con Álex Kouri, se terminaba la cuota de sorpresas de hoy. Pero revisando el diario Correo encuentro que Jaime Bayly tiene ahora un inesperado militante: el laureado columnista (tiene un premio) Andrés Bedoya Ugarteche.
De su columna en dos partes, reproduzco la referida a Bayly.



Jaime Bayly y los pollerudos
Por Andrés Bedoya Ugarteche

Ya he aprendido a no reírme de los candidatos a la Presidencia de la República Peruana, por más improbables que parezcan.

Recuerden cuán poco probable fue Fujimori. Ahora ahí tenemos a Jaime Bayly. Debo confesar que estoy chento per chento de acuerdo con sus ideas, con su plan de gobierno, con la legalización de las drogas, del matrimonio homosexual y del aborto y, sobre todo, con la anulación de ese abusivo tratado con el Vaticano S.A., "concordato" que le dicen, y por el cual todos los peruanos tenemos que pagar los sueldos de los pollerudos, quienes además no pagan un puto cobre de impuestos. Absolutamente de acuerdo.

Como era de esperarse, la "jerarquía" largó a sus mastines, entre ellos al más peligroso, al basto jesuita y obispo, ex presidente del sindicato de obispos del Perú (Conferencia Episcopal, que le dicen) quien, con sus ojos como brasas, su hocico babeante de lobo y sus afilados colmillos, atacó con todo a Jaimito: "Voy a ser muy claro, yo con Jaime Bayly nada. Lo he visto besándose en la boca con otro hombre, haciendo gala de eso y midiéndoles el pecho a las mujeres. Con ese hombre nada. No tiene principios morales. ¿Qué cosa va a transmitir a la juventud? Cada vez ha ido deteriorando más su imagen. Cree que al hacer chistes puede permitirse cualquier grosería, cualquier inmoralidad".

¡Ay con el pollerudo este! Yo soy ex alumno jesuita. Yo sé la clase de veneno que esa gente inyecta en los jóvenes y del cual, afortunadamente, logré librarme.

¿Podrías decirme, Bambarencito, qué clase de mensaje moral transmitía, por ejemplo, el cardenal Cody, arzobispo de Chicago, cuando viajaba a los concilios en compañía de su querida? ¿Alguna vez lo mencionaste? ¿Y las legiones de sacerdotes católicos pederastas que el Vaticano se cuidó muy bien de proteger y sigue protegiendo? ¿Qué mensaje transmitieron ellos -y el Vaticano S.A.- a sus decenas de miles de víctimas? En realidad, Luisito, tú y yo sabemos que los principios morales aquí no cuentan. Nunca contaron con ustedes que nunca fueron más que monumentos a la hipocresía. Como dicen los gringos, I'ts all about money. Sí señor. Todo se reduce al dinero, a las cuantiosas cantidades que los pobres peruanos tenemos que regalar a la millonaria transnacional vaticana gracias a ese tratado firmado en la época del dictador Morales Bermúdez -que nunca fue confirmado por el Parlamento y es, por lo tanto, nulo- y que nunca fue más que un enorme monumento a la alcahuetería.

En todo caso, la santa madre iglesia ha vuelto a meter la pata, como lo hizo cuando cascó a Dan Brown y a su libro El Código da Vinci. Tanto lo jodieron, que le levantaron las ventas en un millón de ejemplares extra.

Esperen a ver las próximas encuestas, nomás.

Publicado el 30/1/2010 en el diario Correo

1 comentario:

Sphinx without a secret dijo...

Yo soy alumno jesuita, como René Descartes, Michael de Foucault, el subcomandante Marcos, Pablo de la Madalengoitia y tanto otros. No sé, creo que Bambaren tiene la autoridad, despues de que lo arrestaran y estuviera en la cárcel por proteger los derechos del destierro de los habitantes de baos recursos de Pamplona en Lima.

¿el dinero no?
...
(Por lo menos, con los jesuitas no)