Fotos: El País
"Haití ya no existe", dice uno de los titulares del diario El País. Pero la mirada del niño de la foto nos dice lo contrario: no solo Haití sigue existiendo, además existen otros Haitís en el mundo en similares situaciones de miseria y corrupción. Quizás nos fijemos en ellos cuando también sean castigados por las fuerzas de la naturaleza. En todo caso, para eludir el dolor y la culpa, dentro de algunos días estaremos en otra cosa. Así es el mundo que hemos construido. Frente al sistema injusto nos sentimos mas impotentes y pequeños que frente a las implacables fuerzas de la naturaleza. Esos son los sentimientos que me transmiten los artículos que publica hoy el diario El País:
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Haití ya no existe
Por Pablo Ordaz
Cualquier cifra de muertos es falsa. Para que el número de víctimas del terremoto de Haití se acercara algo a la realidad harían falta dos cosas. La primera es que alguien los hubiera contado, supiera cuánta gente estaba comprando a las cinco de la tarde del martes en el supermercado Caribe o cuántos niños de hasta cinco años durmiendo la siesta o jugando en la guardería Le Petit Prince. Pero nadie lo sabe. Tampoco nadie ha contado cuántos cadáveres han sido quemados ya en las esquinas o cuántos continúan abandonados en medio de las calles -el reportero perdió este sábado la cuenta al llegar a 20 tras la primera media hora de recorrido por el centro de Puerto Príncipe-. La segunda cuestión necesaria es que aquí, en este país antes llamado Haití, hubiese algún tipo de autoridad, municipal o estatal, que tras el seísmo se hubiese hecho cargo de la situación. Pero Haití ya no existe. Su capital sólo es ya un inmenso cementerio en ruinas por el que pasean sin saber hacia dónde millones de personas convertidas en vagabundos.
Aquí el artículo completo.
ENLACES EL PAÍS:
Haití: cinco consideraciones - Moisés Naím
50 kilómetros al infierno - Antonio Jiménez Barca
Voces que piden ayuda - Editorial
Fotogalería - El País
Haití - David Trueba
1 comentario:
Este fin de semana estuve en Pisco. Había una carpa en la plaza central para recaudar ayuda destinada a Haití. Atrás estaba el lote vacío donde había antes una catedral. En el otro lado un edificio partido por la mitad dejando ver sus entrañas. Una foto de Alan.
Y gente que donaba.
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