Y ya para ir saliendo de esta cortina de humo de la oposición (la oposición también sabe regalarle cortinas de humo al gobierno) reproducimos, de la columna de César Hildebrandt, la relación de adjetivos que pueden ser empleados para referirse a nuestro señor presidente:
"Judas, ingrato, olvidadizo, mentiroso, incumplido, presumido, demagogo, farsante, fugitivo, irresponsable, huido, maletero, derechista a traición y granminero, chino por adopción, chileno por si acaso, cebado, hueco, anético, búfalo que quiso ser alado, supermercado, atroz, cursi, expendido, conchudo y licitado, prescrito, impune, sobreseído, sustractor, valiente con los pobres, alvacástrico, frontónico, cayárico, accomárquico, luisnávico, prialesco, offchórico, mantíllico, arrendado, altanero, cipriánico, giampiétrico, alexcúrico, embaucador, amaestrado, dionisiaco-romérico, malévolo, dudoso, parisino, declamatorio, hinchado, odriista, fukuyámico, beltranudo, incongruente, historietero, pretérito, negado, recursero, efímero, ámbar y pedigüeño..."
Y el broche de oro: El lingüista Carlos Cacho (ya olvídense de la aburrida Martha Hildebrandt) define con absoluta claridad el significado del término "cabrón" en nuestro país:
2 comentarios:
Querido Heduardo, deberías rebautizar tu blog como "Este es un blog cabrón, no un diario echado".
Felicitaciones por el blog.
Que tal maestro, este es un cabrón y encima borrachozo.
Esta vez fue un vocal superior
Saludos.
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