CÉSAR LÉVANO

"Precisemos que en la región andina no ha llegado aún el invierno. Esto quiere decir que la frigidez se va a acentuar y que se deben tomar medidas masivas de emergencia. Hay que llevar, rápido, ropas, frazadas, alimentos, medicinas, amor".



Puno, un cuento de infierno
Por César Levano

El infierno tan temido tiene, según la leyenda, temperaturas muy altas. Que yo sepa, no hay testigos al respecto. Enrique Santos Discépolo, el compositor argentino, lo llamó “el horno”. “Allá en el horno nos vamo a encontrar”, escribió en “Siglo veinte, cambalache”.

Pero a veces el infierno es el frío. Puno lo demuestra. Y no sólo Puno. Gran parte de la sierra arde de fiebre originada por el descenso de la temperatura.

Ayer, miércoles, Puno tuvo una temperatura de diez grados bajo cero; Juliaca, 17.5 bajo cero. En las zonas altas de Puno, el frío llega a 20 bajo cero.

Quienes más sufren las consecuencias son, para variar, los pobres y, entre éstos, los niños. Hay una causa de fondo: la desnutrición crónica. Y un agravante: la insuficiencia de abrigo.

Pero el factor mayor es la ausencia de una política de salud preventiva. La naturaleza no es enemiga del hombre. El antagonismo es del hombre contra el hombre. Es decir de los dueños del poder contra la mayoría del pueblo. En el Perú tenemos prueba prolongada y abrumadora.









Mientras el ministro de Salud, Óscar Ugarte, tiene puestos los cinco sentidos en la influenza A/H1N1, niños de Puno, Huancavelica, Junín y Pasco mueren de neumonía, es decir, de hambre.

El año pasado, ante la noticia repetitiva de niños muertos por frío en Puno, una amiga escandinava me decía: “En Suecia, Finlandia o Noruega el frío puede ser más intenso que en Puno, pero ningún niño sucumbe por el clima”.

Ocurre que allá los pequeños están bien alimentados y tienen, por tanto, buenas defensas. Cuentan, además, con ropa abrigadora y viviendas adecuadas.

Viví durante dos años en Moscú, donde la temperatura podía llegar en invierno a 20 grados bajo cero, mientras la nieve se extendía por montes, llanos, plazas, calles, y los abedules parecían esqueletos con ramas desnudas. Nadie perecía de frío, excepto los borrachines que se quedaban dormidos sobre las sábanas de hielo. Las viviendas tenían calefacción por medio de tubos de agua caliente y la ropa era abrigadora.

















Precisemos que en la región andina no ha llegado aún el invierno. Esto quiere decir que la frigidez se va a acentuar y que se deben tomar medidas masivas de emergencia. Hay que llevar, rápido, ropas, frazadas, alimentos, medicinas, amor.

Señor ministro de Salud, ¿qué hacer? Emprender acciones decisivas, y olvidarse de echar a otros la culpa de la imprevisión y la desidia. Eso se puede deslindar después. Usted es el culpable, señor ministro, por acomodarse sin chistar al régimen y el sistema.

(Publicado hoy en La Primera)

ENLACES:
Ya son más de 150 los niños muertos por frío - El Comercio
Una alternativa frente a la mortalidad - Roberto Accinelli
Declararían a Puno en emergencia - La República
Friaje otra vez - La República (Editorial)

5 comentarios:

Carlos Morales dijo...

El problema, hay que ser honesto, trasciende a este gobierno entreguista y ladrón. Es el Estado que tenemos, y los tipos de peruanos de 1era. 2da. y ... categorias. Pero es inadmisible ya hay que hacer algo, lo primero es no votar a estas gentes.

Unknown dijo...

Palabras verdaderas de maestro de mil batallas, en su lucidez octogenaria...

Debemos recordar a Mario B. :
Que se acabe la caridad
y que empieze la justicia.

Pero de una vez, unir fuerzas.

saludos.

necia dijo...

lo que me preocupa es que todos los años han muerto cientos de personas por el mismo motivo, ¿en dónde estuvimos, por Dios? no podemos simplemente apuntar muy cómodamente con el dedo contra el presidente o el ministro de turno, todos somos culpables porque si no protestamos, si no hacemos algo, somos cómplices silenciosos que permitimos que cosas como éstas pasen

tiene razón el sr lévano al decir que en otras partes la gente no se muere de frío (buena viejo, leíste al dr huerta, no dices nada nuevo) pero... ¿qué vamos a hacer para que tampoco en nuestros andes muera gente de la forma en que lo vienen haciendo desde siempre? necesitamos medidas preventivas y un plan de acción permanente por parte de los gobiernos locales y nacionales, eso es a lo que deberíamos apuntar, y mientras tanto, ayudar como se pueda

todos somos culpables, no nos engañemos

Anónimo dijo...

Es la Primera acaso el unico diario que puede decir las cosas que otros callan??

Ahora qué va a decir Alan de Hugo Chavez? Tendrá CARA para decir algo??

Armando Valdivia dijo...

Excelente comentario Sr. Levano y Ud. Sr. Heduardo siga asi siempre que su blog es infaltable e indispensable en mi quehacer diario