TIOS 21

Si, los tíos del blog feito. Los tíos que ni se han enterado que sus lectores eufóricos exigen se ponga en funciones la opción de comentarlos (ya la pusieron). Los tíos que suponen que en la blogósfera todo se reduce a pensar para luego escribir.
Del blog de estos tíos 21, el también tío Heduardo reproduce este artículo (perdón, post), la segunda entrega de Fernando Rospigliosi. Se los recomiendo.















ALEJO

Desde fines de los `90 hasta setiembre de este año, El Comercio estuvo dirigido por Alejandro Miró Quesada Cisneros, Alejo. En ese período, ese diario no solamente se modernizó periodísticamente, sino que fue creciendo y se convirtió en un grupo de medios de importancia decisiva en el país.

GRUPO EN EXPANSIÓN

Con el Trome ingresó al mundo popular y pronto se convirtió en el diario de mayor venta en el país. Perú.21 en casi siete años de existencia, fue un diario plural y crítico y también el de más venta en su categoría.

Canal N, que salió al aire a fines de la década pasada, fue la única pantalla democrática al final de la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, y jugó un papel muy importante en su caída. Luego, el grupo El Comercio adquirió la mayoría de las acciones de América TV, que es también un canal plural y el de mejores programas periodísticos en la señal abierta.En suma, desde el punto de vista empresarial, la gestión de Alejo fortaleció y expandió el grupo de una manera impresionante.

SIN ATADURAS CON EL PODER

El diario El Comercio, bajo la dirección de Alejo, sin salir de la tradicional moderación que lo caracteriza, fue encarrilándose en una línea liberal y firmemente democrática, enfrentándose al poder cuando era necesario. Por ejemplo, cuando publicó la denuncia realizada por la Unidad de Investigación que dirigía Ricardo Uceda, sobre las firmas falsas en el año 2000, parte del proceso fraudulento cocinado por Fujimori y Montesinos.Se enfrentó también al poder del narcotráfico, con las investigaciones sobre Fernando Zevallos durante años. Y más recientemente, en lo referente la familia Sánchez Paredes.En el gobierno anterior, publicó una investigación que afectaba directamente a la cervecera Bavaria, un gigante en América Latina, que era además su socio en América TV. El caso de presunta corrupción involucraba a Jaime Carbajal, el hombre del maletín, socio de Hernán Garrido Lecca y José Antonio Chang, el actual ministro de Educación. Y a funcionarios del gobierno de Alejandro Toledo. Hay pocos ejemplos en el mundo de un director que anteponga la investigación periodística a los intereses económicos del medio, como hizo en este caso Alejo Miró Quesada.

Por cierto, el grupo El Comercio y Alejo Miró Quesada han sido objeto de críticas. Pero si se hace el balance de su mandato, no cabe duda alguna que desde el punto de vista periodístico y de la defensa de los valores de la democracia y de la libertad de expresión, fue excepcional.Un ejemplo claro, no está demás remarcarlo, fue Perú.21, donde Augusto Álvarez Rodrich pudo trabajar con absoluta independencia y logró construir un diario ágil, plural y exitoso.

GOBIERNO INTOLERANTE

Todo eso ha sufrido un cambio radical ahora. Se han combinado las disputas familares y las presiones de un gobierno intolerante, que es inepto para gestionar el Estado en bien de los ciudadanos, pero tiene una extraordinaria habilidad para utilizar el poder con fines perversos.El grupo que tomo el control en El Comercio pronto ha deshecho lo anterior. Su vergonzoso comportamiento en el escándalo de corrupción desatado con lo “petroaudios” es sólo una muestra de ello.

“SERVIL AYAYERO DEL GOBIERNO”

Ahora El Comercio y Perú.21 están dirigidos, en la práctica, por Hugo Guerra y Martha Meier Miró Quesada. Esta última, que funge de ambientalista, fue la principal operadora de una maniobra que a fines de los `90 intentó hacer en El Comercio lo mismo que Fujimori y Montesinos le hicieron a Baruch Ivcher en Frecuencia Latina, utilizando a los hermanos Winter. Por fortuna, ese complot fracasó. Meier fue candidata del fujimorismo en su peor momento, luego que el corrupto gobierno se derrumbó.Respecto a Guerra, Fernando Ampuero, jefe de la Unidad de Investigación de El Comercio, despedido por la actual administración, escribió:“Imaginemos, por el contrario, al editor de un diario que debe afrontar casos de corrupción que involucran a funcionarios de gobierno. Imaginemos que ese editor, de quien sabemos que ha trabajado en los últimos años con ministros de Estado y hasta con el vicepresidente de la República del actual régimen, observa la paja y no la viga de un negociado. No digo que no haya que mirar la paja, que es también condenable. Digo solamente que la viga maestra, la corrupción, debería captar mayor atención. Pero si en ese trance, invocando la decencia, el editor decide poner el énfasis en la paja y no en la viga, ¿qué pensará usted, suspicaz lector? Indudablemente concluirá que el editor de ese diario ha optado por ser un servil ayayero del gobierno de turno, por defender intereses ocultos y, lo peor de todo, por no cumplir con su deber de hacer buen periodismo.” (“El periodismo y la falsa decencia”, Caretas, 6.11.08).

SE SALIÓ CON LA SUYA

La nueva dirección del grupo El Comercio se ha entregado al gobierno. No lo hacen solamente o fundamentalmente por afinidades ideológicas o políticas. Igual lo hubieran hecho con Fujimori o alguien parecido.Lo hacen por intereses. La línea de Alejo Miró Quesada, de un periodismo independiente en una perspectiva liberal y democrática, ha sido abandonada por completo.El gobierno se salió con la suya, esta vez.

FERNANDO ROSPIGLIOSI

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