ADOPTA UN BLOG

Se desató la fiebre de las adopciones.
A la justificada campaña de “Adopta un congresista”, ahora se suman sugerencias de adoptar a una ONG, adoptar a un periodista, adoptar a un magistrado, adoptar a un cardenal, etc., incluyendo mi irresponsable iniciativa de adoptar a un ministro o ministra.
Tenemos que hacer algo para detener esta ola que puede barrernos a todos los que tenemos algo que ocultar, y créanme que casi todos tenemos algo que ocultar. En mi caso, cada vez que enciendo la computadora lo hago con el temor de encontrar que también quieran adoptar un caricaturista.
La única manera que se me ocurre de frenar en seco este peligroso afán fiscalizador es tomar al toro por las astas. Es por ello que propongo una última y definitiva campaña: “ADOPTA UN BLOG”.
Para diferenciarnos de la campaña “Adopta un congresista”, creemos que a nuestro blog adoptado no debemos solicitarle un informe de sus gastos sino más bien enviarle un cuestionario.
Las preguntas deben ser del tipo “¿Saben tus padres que le dedicas mas tiempo a tu blog, y a husmear en otros blogs, que a tus estudios en la universidad?” o, para los mas mayorcitos, “¿ Hace cuanto tiempo que no sacas a cenar a tu esposa o a pasear a tus hijos por andar metido en la blogosfera?”.
Sabemos que esta campaña será un éxito porque, a diferencia de los otorongos, blogger sí come blogger.
Estoy adoptando el blog de Vanessa Saba con la secreta esperanza de que dicho blog también me adopte.