FRASES DESAFORTUNADAS

Columna de Pedro Salinas publicada hoy domingo en Perú 21



















Por Pedro Salinas


“POR EL BIEN DEL PAÍS”: Lo explicó claramente la periodista Patricia del Río la semana pasada y en este mismo papel. La libertad de expresión no ha pasado a segunda vuelta. Salga quien salga y diga lo que diga, se vienen tiempos de hostilidad contra la prensa. Así será, y habrá que estar preparados. Gane Humala o gane Fujimori, en cualquiera de los dos casos. Porque en este asunto, el de la libertad de prensa, el primero viene con sangre en el ojo y ganas de hacerse de las licencias de radios y estaciones de televisión, y la segunda arremete con la experiencia de toda una década, alquilando conciencias y poniendo gutaperchas en boca de los disidentes. Por lo pronto, la salida de los periodistas Patricia Montero y José Jara, de Canal N, advierte de la llegada de turbulencias. “Nos acusaron de humanizar a Humala y por lo tanto de haber contribuido a su triunfo en la primera vuelta”, señaló Montero. Más todavía. El burócrata con aspecto de zombi sobreactuado que oficializó el despido les dijo que se les expectoraba “por el bien del país”. Mala uva. Porque no estamos hablando de cualquier medio de comunicación, digo, sino del Grupo El Comercio. Y tampoco estamos ante un incidente menor o aislado. Ya hubo antes un fallido intento por eyectar a la periodista Laura Puertas, por razones parecidas; y, por si fuera poco, este último despido efectivo ha suscitado un potente comunicado del IPYS, que ha recibido por respuesta el silencio. Un silencio inquietante y elocuente. Un silencio que, quizás, profetiza más censuras. O autocensuras, que también. En fin. Fea mancha en la hoja de vida del conglomerado periodístico de los MQ.

“SEA MÁS SERIO”: Se la soltó Cipriani a Vargas Llosa. Porque nuestro escritor expuso en su artículo quincenal su intención de votar por Humala. Por eso. Con lo cual también quedó bastante claro por quién va a votar el cardenal. Qué tal cuajo. Este señor, que sonríe en zig-zag, interviene sobre temas de coyuntura todo el tiempo, mezclando la religión con la política, sin dejar de pontificar con esa pomposidad anestesiante que le caracteriza, haciéndole cuchi-cuchi al poder de turno, pero es incapaz de tolerar una opinión distinta a la suya. Y ni siquiera es que discrepe de ella, o trate de rebatirla, sino que la persigue, la acosa, le da caza a la apreciación divergente con una recortada bajo la manga de la túnica y con la mentalidad inquisidora de una iglesia que no se resigna a ingresar democráticamente en una sociedad con disímiles creencias. Es el temperamento de Torquemada, quien, dicho sea al paso, de haber conocido a Escribá se habría vuelto Opus en lugar de dominico.

“SOLO FUE AUTORITARIO”: Así lo dijo la hija del sátrapa, quien cree que todos los peruanos tenemos memoria de canarios. “¿Dictadura? No, qué va. Lo del 5 de abril fue apenas un incidente menor, una cojudecita, casi una anécdota, vamos. Algunos exageran con lo del golpe de Estado. Zarpazo, lo que se dice zarpazo, fue la ruptura del Estado de Derecho perpetrada por Velasco; lo de mi papi, no, cómo se les ocurre”. “¿Autocracia? Tampoco, tampoco, como diría mi brillante hermanito. Que todas las instituciones funcionasen como un solo equipo, con una sola visión y misión, debería llamarse eficiencia, gestión eficaz, o algo así, pero ¿autocracia?, autocracia es un poco excesivo, ¿no les parece?”. “El gobierno de mi papi fue un poco mandoncito, algo gritón, pero nada más. La prensa exagera demasiado, oigan”. Las frases entrecomilladas no son de Keiko, ciertamente, pero es lo que se infiere de su primera respuesta: “¿Dictadura? No, solo fue autoritario”. Vaya. Parece mentira lo que puede desencadenar una frase sinvergüenza y embustera como aquella. En mi caso, gatilló recuerdos y olores del fujimorismo de toda la vida; aquel que algunos definen como un partido político, pero que no es eso, sino una caterva, una caterva que se alegra siempre en épocas de ríos revueltos y ahora se pasea a sus anchas en estas tierras amnésicas y mal dormidas, que se balancea entre el estado cataléptico y la necedad congénita. No sé si me explico. Pues eso.

Publicado el 1/5/2011 en Perú 21

No hay comentarios: