Liberen a la criatura
Deploro lo que voy a hacer a continuación. Pero es lo que corresponde. Debo añadir, en mi defensa, que no he cambiado un ápice en mis opiniones sobre el género que practica y que ella esgrime que es periodismo. No. Mantengo mis apreciaciones sobre lo que ella hace, que es fomentar los más bajos instintos de la audiencia, que ensalza la rectoscopía utilizando algunos instrumentos del periodismo, que chapotea en el fango, que goza zampándose entre sábanas ajenas, que infesta con comentarios casposos, que abochorna con su podredumbre, que endiosa a la canalla, que comercia con la estupidez colectiva, que juzga con arrogancia la vida personal de los demás, que degrada y humilla revelando intimidades, que no tiene límites ni frenos, que vomita espumarajos de estercolero, que usa la pantalla como palangana de burdel, que hace de las burlas y vanidades un festival, que piensa que la desfachatez es un arte, que hace del canibalismo tribal su bandera, que despelleja sin asco como Predator, que muestra como arietes sus complejos, que exhibe su odio como un tatuaje, que se alimenta de auspiciadores cómplices de la cloaca, que impone su gusto lumpen, que sustituye la razón por el grito y la estética por la procacidad, que dinamita reputaciones a punta de videos entrometidos, que se pasa el honor de las personas por el forro, que se enorgullece de hazañas cutres, y que, como Homero Simpson, las cosas que no comprende, las rompe. Todo eso lo mantengo. Empero, no puedo dejar de reclamar su excarcelación. La prisión es un exceso para ella.
Si la justicia debe sentenciarla, que la sentencie. Sin concesiones. Sin blandenguerías. Sin piedad. Que la condene a pagar indemnizaciones punitivas, abultadas, proporcionales al daño producido. Y que no sólo sea sentenciada ella, sino el medio que la cobija y la arropa y que vive de su telebasura. Que no quede impune el trastorno perpetrado, pero que no se aliente un precedente peligroso para quienes sí ejercen el periodismo, y que mañana puede ser utilizado contra la libertad de prensa.
Pedro Salinas
30 de Octubre de 2008
5 comentarios:
No me parece, la calumnia debe ser castigada drasticamente, el buen periodismo que basa sus noticias en hechos comprobables no tiene de que preocuparse. Creo que más es lo que se gana por un buen escándalo que lo que cuesta pagar una indemnización, esa forma de castigo no le hace ni cosquillas a una mujer como Magaly.
¿Y qué culpa tiene Homero Simpson?
Un periodismo responsable,debe comprobar los hechos que denuncia fehacientemente.Asi no habra margen para replica o cuestionamientos a su veracidad.
Por otro lado recuperar un poco de palidez a la sombra no le hace mal a nadie.
Curioso que uses la foto del 'Predator' cuando fue precisamente el 'Depredador' quien la puso tras las rejas.
Si Magaly hubiera ejercido el Periodismo, y no la cosa asquerosa esa que el mismo Salinas describe tan bien, no estaría hoy enjaulada. Tampoco lo estaría si demostrara espíritu de enmienda: Magaly ha hecho de la injuria y la difamación una industria súper rentable que no piensa abandonar. En su frío análisis costo/beneficio, su pequeña carcelería debe ser sólo un diminuto costo asumible. ¡Y pensar que hay gente haciéndo marchas por ella!
Tienes razón. Había olvidado que a Paolo Guerrero le dicen "Depredador". Mejor buscaré la imagen de otra criatura.
Gracias.
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