Sombría atmósfera de la capital de la primavera (Foto Caretas)
Hace algunos días me preguntaba en un post sobre las razones o sinrazones que explicaban la aparición de un indeseable escuadrón de la muerte en Trujillo. Dos días después Caretas y el diario español El País informaban ampliamente sobre la grave situacion de violencia delincuencial en esa ciudad.
Hoy, La República nos presenta un panorama más preocupante: estas organizadas bandas de extorsionadores han extendido su campo de acción a Lima y otras ciudades y (ojo figuretis) usan las redes sociales de Internet (Facebook, Hi5, Twitter, etc.) para escoger a sus futuras víctimas.
Portada de Caretas aparecida el último jueves: un modesto mototaxista cruelmente asesinado por negarse a pagar un
cupo.
"Lo de Trujillo es una realidad violenta estructurada gestada en los últimos lustros; es, también, el reflejo de la crisis social que existe en el país y la cual se ha focalizado en nuestra ciudad, como un laboratorio. El modelo de violencia social en los 80 se dio en Ayacucho; ahora es el turno de Trujillo", dice el profesor universitario Jesús Gerardo Cailloma en su post La violencia en Trujillo, que por cierto recomendamos leer pues es el testimonio directo de un trujillano, que debe saber mejor que nosotros de qué se trata todo esto.
Esperamos que el Gobierno trabaje seriamente en esta situación de emergencia, para evitar que Trujillo también se convierta, como Ciudad Juarez, en la ciudad que se fue al infierno.
ACTUALIZACIÓN:
"El chantaje se ha impuesto y la mayoría de ciudadanos prefiere pagar un cupo a las organizaciones delictivas para poder vivir en paz. Los pagos se realizan sin tener en cuenta que esto resulta un arma de doble filo, pues con ese dinero
las bandas delictivas se fortalecen y obtienen mayor poder".
Bandas trujillanas han extendido su red a regiones cercanas y hasta Lima - La República
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